¿Crecerá el niño o la niña con la alta sensibilidad?
Esta es la pregunta más común que se hacen los padres y madres sobre su hijo/a. Muchos padres y madres están convencidos/as de que ciertos comportamientos de sus hijos/as desaparecerán cuando se les caiga el último diente de leche. Esta creencia a menudo se ve también confirmada por los comentarios y los buenos consejos de las abuelas y las tías.
Sin embargo…
La alta sensibilidad como característica del temperamento, es decir, como resultado de la estructura del sistema nervioso, no cambia significamente con el crecimiento del niño o de la niña. Lo que podemos modificar son hábitos, comportamientos, así como buscar o evitar conscientemente determinadas situaciones. Un niño o una niña altamente sensible seguirá siendo un adulto altamente sensible, pero puede aprender a autorregularse, a ser consciente, a afrontar las dificultades y puede hacer de la sensibilidad una ventaja.